Todo en la vida es repetición. La naturaleza, el mundo, todas las cosas e incluso nuestra propia vida es idéntica a otras que existieron antes. El aburrimiento es solo el resultado de una repetición sin fin. La vida como un eterno «loop». Sobre ello se ha escrito mucho, muchas teorías complejas y infinitas y que nos producen un tedio insoportable. Sin ir más lejos todo lo relacionado con los fractales. Teorías incomprensibles solo para mentes mucho más científicas que la mía. Aun así conviene recordar de que se trata:

«Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas. El término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot en 1975 y deriva del latín fractus, que significa quebrado o fracturado. Muchas estructuras naturales son de tipo fractal. La propiedad matemática clave de un objeto genuinamente fractal es que su dimensión métrica fractal es un número no entero.»

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Un concepto difícil de comprender en toda su extensión. Difícil y aburrido. Yo no voy a teorizar, entre otras cosas por que me pierdo. Además no tengo ni idea.

Prefiero hablar de la repetición en el arte, más concretamente en la música. Decir que el pop es repetición quizás sea un atrevimiento lo mismo que afirmar que la música pop es una eterna reiteración de formulas que en la mayoría de los casos aburren a Maria Santísima.

A mi se me ha acusado de repetirme con frecuencia. Yo mismo tengo a menudo la sensación de estar haciendo el mismo tema una y otra vez desde que empecé a componer música hace muchos años. Pero el que esté libre de culpa que tire la primera piedra. ¿Conocéis a algún artista que de una manera u otra no se repita?. Conviene puntualizar algunos aspectos. Uno de ellos es la imitación de uno mismo, ese si que es un problema el cual es el resultado de querer repetir una formula que económicamente (o a causa de un éxito fortuito) ha funcionado y que dice bastante poco a favor de quienes los practican y que desgraciadamente son muchos artistas. Otra cosa muy distinta y que también conviene destacar es la existencia de un lenguaje artístico propio y que a priori (y más si desconocemos la obra de determinado artista) nos puede parece una reiteración continua de una formula. Artistas como Philip Glass, Michael Nyman…etc…podrían parecernos extremadamente aburridos ya que sus propuestas son muy parecidas y sin embargo lo que ocurre es una cosa bien distinta: su lenguaje es tan personal, tan único, contiene tal fuerza que solo con oír tres notas seguidas de una de sus obras averiguamos con facilidad de quien se trata.

"Campbell's Soup Cans" (1962) by Andy Warhol are shown in this undated photo released to the press on Aug. 10, 2011. The works are synthetic polymer paint on 32 canvases, each 20 x 16". Source: Museum of Modern Art via Bloomberg EDITOR'S NOTE: NO SALES. EDITORIAL USE ONLY.

Andy Warhol hizo de la repetición un un riquisimo mundo visual y se convirtió en uno de los más importantes artistas de lo que se llamó el «pop-art». Simplemente repetía fotos y las pintaba (además de otras muchas cosas). Así de sencillo. Lo más importante es que de elementos ya existentes creó un universo totalmente nuevo. Son y han sido numerosos artistas los que han hecho de la reiteración su proceso natural de trabajo llegando a los más altos niveles de expresión y de creación artística. Ahí era donde yo quería llegar. La repetición en si es algo inservible, algo aburrido y carente de interés sin embargo si combinando elementos que ya conocemos creamos algo nuevo esto adquiere una significación y un valor fuera de toda duda. Eso ocurre con muy poca frecuencia en la música pop y rock. ¿Quien no se aburre cuando ve a 6 tíos con sus guitarrones colgados repitiendo lo que hicieron otros hace mas de cuarenta años (e incluso peor)?. Se lleva repitiendo la misma formula década tras década sin ninguna innovación y pocos artistas son los que se libran de ello y arriesgan introduciendo novedades en estas formulas ya caducas. Yo me pongo enfermo cuando descubro un grupo aparentemente novedoso («indi»?) y así que oyes cuatro acordes te das cuenta con estupor que quizás lo mas innovador sea el diseño de sus zapatillas, algunas veces ni eso. Además de producir bastante pereza resulta patético. Y lo que más me sorprende es que les va muy bien e incluso gozan del favor de la critica y el público pavoneándose ante quienes por avanzados y novedosos sufren el mayor de los ostracismos. ¿Que nos está pasando?. Y bueno, hasta ahí todo bien. Lo peor es cuando lees o escuchas en sus entrevistas que se sienten orgullosos de no haber descubierto nada, de no innovar, jactándose incluso que lo que les gusta es hacer lo que ya hicieron y siguen haciendo cientos de miles artistas antes. Encima se lo creen.

Yo siempre he considerado que la expresión artística debe tener cierta evolución, sea en el sentido que sea. Cualquier artista, debe adquirir un compromiso que ya le viene impuesto por el solo hecho de crear, debe enfrentarse a la creación con un afán innovador. Si no hay un compromiso no hay nada. La música como divertimento, como hobbie… es totalmente respetable pero yo no estoy hablando de eso.

Quizás a este texto debería haberle llamado «Aburrimiento» en vez de «Repetición».